Blog de Carlos J. García

Europa debe detener la guerra

Hace un año publiqué un artículo en este mismo blog, titulado Occidente y Oriente: dos guerras muy diferentes, el cual, a día de hoy, habiendo pasado un año de la guerra en Ucrania, considero erróneo, por lo cual pido disculpas a quienes lo hayan leído.

Durante este año transcurrido, que coincide con la duración de esta etapa de la guerra, he tenido tiempo para investigar algo más en profundidad todo lo que concierne a la misma.

No obstante, la guerra en Ucrania, por más empeño que se ponga, se nos ofrece como un enorme campo de información, desinformación, verdades, mentiras, propagandas, etc., del cual no resulta nada fácil separar la información verdadera de la falsa. De ahí que, lo más que podemos acercarnos a la verdad, solo nos permite hacer juicios verosímiles y opiniones fundadas en una bibliografía y otras fuentes de calidad que se exponen al final del artículo, de las cuales no parece nutrirse mayoritariamente la opinión pública.

Nos enfrentamos, sobre todo, a la mayor máquina de propaganda que jamás haya existido, capaz de invertir la realidad en sus múltiples emisiones, como es la que procede de gran parte de la producción anglosajona a lo largo y ancho de su historia. Si lo anglosajón se caracteriza por algún rasgo prominente es por su enorme capacidad propagandística.

Bastaría con fijarnos en la leyenda negra contra España que no ha cesado nunca y que, en la actualidad, se encuentra en una cúspide en EE.UU, en manifiesta oposición a la verdad histórica relatada por autores de enorme crédito como son Julián Juderías, Marcelo Gullo Omodeo, María Elvira Roca Barea, Pedro Insua y Philip Powell entre otros. [1]

Pero vayamos al asunto de la guerra.

Ciertamente Rusia ha invadido Ucrania, desde hace un año, violando la Carta de la ONU, lo cual es un hecho reprobable.

Ahora bien, tal hecho no es un hecho aislado inexplicable, como se pretende presentar en la mayoría de medios occidentales, como si fuera algo similar a la invasión nazi de Polonia, sino que viene precedido de una cadena de hechos cuyo inicio data de 2004 y que, por tanto, ya casi tiene una extensión histórica de 20 años. Estas operaciones bélicas no han empezado en 2022 sino que se encuentran en una fase de intensificación de la guerra iniciada en 2004.

Por otro lado, las violaciones de la Carta de la ONU y de sus resoluciones, parecen ser frecuentes y es muy raro que de ellas se sigan acontecimientos bélicos de la gravedad de los que ahora están ocurriendo.

Un paradigma de violación de los mandatos de la ONU es el que incumple Gran Bretaña como potencia colonial en relación con la colonia de Gibraltar[2] que es parte de España. La reclamación hecha por España en 1965 fue seguida de otras más y, en 1968 la ONU ordenaba a Reino Unido que pusiera fin a dicha situación antes del 1 de octubre de 1969. Más de 50 años después, Reino Unido todavía no ha descolonizado Gibraltar ni hay visos de que lo haga, con el agravante de que, en la colonia de Gibraltar [3], el Reino Unido tiene implantada una base militar con movimiento de naves nucleares.

Inexplicablemente no hay la más mínima protesta internacional, ni por supuesto de la Unión Europea al respecto de que España esté invadida, incluso militarmente, por Gran Bretaña. ¿Qué pasaría si España decidiera tomar esa parte de su territorio por la fuerza? ¿Acaso no habría miles de muertos?

Tampoco se ha cumplido la resolución de la ONU al respecto de la descolonización el Sahara Occidental, antigua colonia española hasta 1976 y que Marruecos se anexionó en 1975. La resolución 690 del 29 de abril de 1.991  de la ONU que reconoce el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación, establece un período de transición en el que el pueblo del Sáhara Occidental tendría que elegir entre su independencia o la integración en Marruecos mediante un referendo que Marruecos debería convocar.

Como vemos, ni Reino Unido ni Marruecos han obedecido tales resoluciones de la ONU y no ha pasado absolutamente nada a lo largo de décadas.

En otro terreno, la ONU defiende la soberanía de las naciones, lo cual incluye el criterio de que otros países no efectúen injerencias en los órganos de gobierno de estados nacionales.

A pesar de esto, EEUU y sus adláteres se han especializado en promover golpes de estado y cambios de gobierno en estados soberanos empleando estrategias revolucionarias.

A poco que se investiguen, las denominadas revoluciones de colores, efectuadas contra varias de las exrepúblicas socialistas soviéticas, se sabe que han sido planificadas y ejecutadas por USA.

Lo cierto es que dichos levantamientos no solo han sido parcialmente  financiados con dinero procedente del exterior de dichos países, sino que el inicial cerebro revolucionario de los mismos —probablemente de la CIA— fue el ya fallecido Gene Sharp, estadounidense y profesor de Harvard.

Sharp fundó la Institución Albert Einstein, una ONG destinada a promover revoluciones no violentas para «democratizar el mundo» y es autor de publicaciones como el libro La política de la acción no violenta de 1973 en Boston. Además, distribuyó gratuitamente a través de internet su Manual para una revolución sin violencia, publicitado a través de un documental emitido en RTVE-2, y en el que fueron formados los agitadores revolucionarios directamente por su autor.

Tales revoluciones denominadas no-violentas ya han generado millones de muertos  en guerras civiles, por lo que dicha denominación no solo es un eufemismo sino la ocultación de su carácter profundamente destructivo de las naciones en las que se aplican.

Cono dije hace unos años, dicho manual ha sido el que inspira a los revolucionarios para destruir la unidad de los estados nacionales. De ahí, la gran cantidad de guerras civiles que se han generado en el mundo en las últimas décadas, aunque empezaran mucho antes, tal vez, con el golpe de estado promovido por EEUU (CIA) y Gran Bretaña (M16) en Irán (antigua Persia) en 1953, para destituir al primer ministro democráticamente elegido,  y poner al Sha  Mohammad Reza Pahleví, subordinado a sus intereses y en contra del bien de su nación. De ese golpe, se produjeron consecuencias revolucionarias muy graves durante décadas.

En cuanto a las revoluciones de colores, cabe destacar, las que produjeron en naciones de la anterior URSS: El derrocamiento de Milosevic en Yugoslavia  en 2000; la Revolución de las Rosas  con la salida del poder de Eduard Shevardnadze  en Georgia  en 2003; la Revolución Naranja  para la elección de Viktor Yúshchenko  en Ucrania  en 2004 (que es clave en la actual guerra en Ucrania); la Revolución de los Tulipanes  que causó la salida del gobierno de Askar Akáyev  en Kirguistán  en 2005; la Revolución de Terciopelo  con la expulsión del Gobierno de Serzh Saragsyan en Armenia  en 2018.

También se debe recordar la Revolución de los Jazmines  con la salida del Gobierno de Zine el Abidine Ben Alí  en Túnez  en 2010, además de las denominadas Primaveras árabes [4] y otras revoluciones, como por ejemplo la Revolución Blanca  para intentar derrocar a Alexander Lukashenko en Bielorrusia  que no tuvieron el éxito de las anteriores.

Por otro lado, el imperialismo de USA/Reino Unido es la explicación fundamental de que las dos guerras a las que me referí, las cuales son partes de una misma guerra imperialista.

El proceso actual de globalización no es un hecho natural o espontáneo que podría haberse iniciado por intereses económicos o comerciales emergentes de muchos países. Al contrario de esto, la globalización en curso, está originada por élites que sostienen una ideología globalista para su propio beneficio y que aspiran, en el reparto de poder mundial, a llevar su hegemonía hasta su monopolización eliminando todo posible competidor que pueda frenar sus planes.

No obstante, el factor económico no es el único que interviene en el proceso. Los globalistas cuentan con un significativo apoyo político e ideológico de las naciones de la anglosfera (Gran Bretaña, EEUU y en, diferentes grados, de los 54 países de la Commonwealth) y de otras naciones con las que comparten desde hace siglos instituciones culturales político/ideológicas.

En tercer lugar, vinculado a Gran Bretaña, EEUU y sus aliados de la OTAN, el factor militar constituye otro recurso que se suma a los medios para lograr su pretensión de hegemonía global.

En cuarto lugar, la imposición de la actual ideología progresista mediante el monopolio de los grandes medios de comunicación de Occidente y, de su infiltración en las políticas educativas de los gobiernos nacionales subordinados al globalismo, aspira a destruir, toda resistencia clásica o tradicional, a sus intenciones de debilitar a las personas y las sociedades que pretenden someter.

En esta trama, destaca el papel que actualmente tienen diversas universidades y otras instituciones de pensamiento en USA, plagadas de activistas de la actual ideología del partido Demócrata. En este factor se encuentra la expansión de la ideología woke o progresista que está destruyendo nuestra civilización, a la que me referí en aquel artículo, como si se tratara de otra guerra distinta.

Como último de los factores que componen este escenario, pero no por ello menos importante, tenemos el papel que juega la Unión Europea, que está colonizada por agentes del globalismo, traicionando a las naciones que la componen. Su subordinación a EEUU es un auténtico escarnio contra Europa.

Un pequeño dato, pero muy ilustrativo es que, en febrero de 2014, Rusia publicó una grabación sonora en la que la vicesecretaria de estado de Estados Unidos, Victoria Nuland le dijo al embajador de EEUU en Ucrania a qué políticos ucranianos debía favorecer y añadió «que le jodan a la UE» (fuck the EU). Además, esta misma política de EEUU reconoció que en Ucrania había laboratorios biológicos estadounidenses, al parecer, del tipo que tenían en China que ha sido relacionado con la Covid.

El imperialismo de la política de EEUU parece encontrarse en su “ADN”, saturado de raíces ideológicas puritano-calvinistas: prepotencia, soberbia, racismo, narcisismo, violencia, malas artes, etc., equivalentes a una especie de sociopatía política.

 

Una síntesis de la historia de la OTAN en relación con la beligerancia actual de EE.UU contra Rusia

 

La URSS se desintegró en torno a 1.990 y con ella, la ideología comunista soviética perdió su vigencia, especialmente en las exrepúblicas soviéticas, con partidarios a favor y en contra de la misma, pero sin el predominio político que ostentaba la URSS sobre ellas.

La URSS tuvo  su inicio en la Primera Guerra Mundial, en parte como un efecto directo de aquella tragedia, y adquirió su mayor relevancia internacional tras la Segunda Guerra Mundial en la que militó en el bando aliado. Tras esta guerra se inició la Guerra Fría como una pugna por el poder hegemónico entre la URSS y EE.UU. Se formaron dos bloques militares, el Pacto de Varsovia en el este y la OTAN en el oeste, liderada esta por EE.UU a lo largo de su creciente número de aliados europeos.

La organización de países europeos que fundaron la alianza militar, denominada Unión Europea Occidental , en 1.948, antecedente de la OTAN, estuvo compuesta por Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Reino Unido, todos ellos víctimas de Hitler que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial.

A dicha Alianza se unieron, en 1.949, Islandia, Italia, Noruega, Portugal, Dinamarca, Estados Unidos y Canadá, firmando el Tratado de Washington en abril de 1.949,  en base al artículo 51 de la Carta de la ONU, constituyendo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Posteriormente se fueron sumando los otros países que la componen en la actualidad: Grecia y Turquía en 1.952; Alemania Occidental en 1.955; España en 1.982; Hungría, Polonia y la República Checa (antiguos miembros del Pacto de Varsovia), en 1.999; Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía, en 2.004; Croacia y Albania en 2.009; Montenegro en 2.017 y Macedonia del Norte en 2.020.

Como podemos ver, las incorporaciones de 1.999 y de 2.004, se efectúan de países cada vez más próximos a las fronteras rusas. Mucho más recientes son las casi seguras incorporaciones a la OTAN de Suecia y Finlandia en plena actualidad de la guerra.

En 1954, la URSS propuso su unión a la OTAN, con el objetivo de mantener la paz en Europa, ? pero su propuesta fue rechazada por los aliados que la componían en dicho momento. La reacción de la URSS ante dicho rechazo y la incorporación de Alemania Oriental, tuvo como reacción inmediata la creación del Pacto de Varsovia, firmado el 14 de mayo de 1955 por la Unión Soviética y sus aliados.

Ese momento se considera el inicio de la Guerra Fría, una  pugna por la hegemonía mundial, militar e ideológica de EEUU que se supuso finalizada con la disolución de la URSS y del Pacto de Varsovia en 1.991, momento en el que la OTAN se quedó sin su enemigo (que era su principal o única razón de ser). Además, el país más poderoso de la extinta URSS como era Rusia, dejó de ser comunista al ir cambiando hacia un régimen político más próximo al de las democracias occidentales.

A pesar de eso, la OTAN, no solo permaneció existiendo, sino que, además, creció hasta llegar a integrar a unos treinta países que son los que actualmente pertenecen a dicha organización militar.

Parece ser que la OTAN replanteó sus fines y actividades en el sentido de ser la policía mundial del hemisferio norte.

La cuestión de fondo estaría en saber la razón de existir, de esa enorme potencia militar,  más allá de ser una ampliación del poderío militar de EEUU y, como a menudo ocurre, un gran negocio armamentístico para la industria militar estadounidense que provee en buena medida a los ejércitos nacionales de los países adheridos a ella.

Un problema añadido es que EE.UU es una nación belicista como demuestran las innumerables guerras que ha generado o en las que se ha involucrado[5]. Tuvo su inauguración bélica en su guerra contra Inglaterra para conseguir su independencia  y las innumerables guerras contra múltiples tribus indias de Norteamérica, además de la guerra contra México y, entre estas, y hasta llegar a la guerra en Ucrania, se cuentan a decenas: la guerra contra España, la guerra contra Filipinas, la guerra de Camboya, la de Corea, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la tremenda guerra en Vietnam, y otras muchas más como las de Bosnia, Panamá, la isla de Granada, el Líbano, en Laos… Solo en lo que va de este siglo XXI ya ha intervenido militarmente en Siria, Libia, Iraq, Kenya, Somalia, Afganistán y ahora en Ucrania. Parece ser que, su escalada para llegar a ser la potencia hegemónica mundial, la está haciendo a base de generar o entrar en guerras.

Además, la presencia militar de EE.UU en el mundo es una prueba más de su imperialismo y de su beligerancia potencial ya que tiene repartidas 587 bases militares en 42 países del mundo.

Por otra parte, su aliada, Gran Bretaña, tiene bases en 11 países, por lo que en total, la suma de las bases militares de EEUU y Reino Unido, supera las 600 en el mundo. En comparación, Francia tiene 11, Rusia 9 (heredadas de la extinta URSS), y China una. [6]

En conjunto, entre las naciones integradas en la OTAN bajo el mando de EEUU, la organización de la CIA operando en secreto y las ramificaciones imperialistas manifiestas del mundo anglosajón, se reúne una estructura militar hegemónica en disposición de intervenir en el mundo, allí donde los políticos anglosajones decidan, ya sea por ejemplo, en las Islas Malvinas, en Ucrania, en el mundo árabe o dónde lo consideren oportuno.

 

La guerra tiene antecedentes en los acontecimientos que ocurrieron con la disolución de la URSS

 

El problema actual entre Ucrania y Rusia comenzó a gestarse con la disolución de la URSS, un problema especialmente centrado en la reunificación de Alemania (Alemania Occidental y la República Democrática Alemana).

Al finalizar la II Guerra Mundial en la que vencieron EEUU y la URSS, además de Inglaterra, Francia y China, Alemania quedó dividida en una parte bajo control de EE.UU y, la otra, bajo el control de la URSS.

Además, comenzó la guerra fría entre la OTAN liderada por EEUU y el Pacto de Varsovia integrado por la URSS, estableciéndose una encarnizada lucha por el poder entre ambas potencias.

Ahora bien, si el Pacto de Varsovia se disolvió motu proprio en 1990, no ocurrió lo mismo con la OTAN que siguió y sigue existiendo en la actualidad, a pesar de que, sin el enemigo soviético, se suponía que ya no tenía razón de ser.

La cuestión fue que la Alemania, dividida entre su parte oriental (integrada en el Pacto de Varsovia) y la occidental (integrada en la OTAN), planteó su lógica unificación incorporando su parte oriental a la occidental.

No obstante, al no disolverse la OTAN, a la que pertenecía Alemania Occidental, la OTAN incrementaba su poderío bélico de forma muy relevante frente a la URSS, lo cual se trató de resolver mediante negociaciones entre ambas partes.

Las negociaciones entre los representantes de las potencias implicadas, se  plasmaron en el Tratado Dos más Cuatro (Dos: Alemania  Occidental y República Democrática Alemana, y,  Cuatro: Francia, Reino Unido, EEUU y la URSS).

La condición que puso la URSS para la firma del Tratado, en el que accedía a que la República Democrática Alemana se incorporara a la OTAN, consistió en la promesa estadounidense de que no se ampliaría más la OTAN, ni mucho menos, hacia el Este de Europa.

¿Qué hizo EEUU? Expandir la OTAN y, en primer lugar, a países como Polonia, Hungría y la República Checa, luego a Estonia, Letonia y Lituania, países que tienen frontera con Rusia o con Bielorrusia, además de ir incorporando otros países hasta llegara a la treintena.

Al respecto de este problema, Teresa Galeote expone lo siguiente:

«La guerra en Ucrania no comenzó con la invasión rusa del 23 de febrero de 2022.

El inicio hunde sus raíces en el desmantelamiento de la Unión Soviética y en el expansionismo de EE.UU. y la OTAN. No, no es el deseo de un Vladimir Putin desquiciado, sino una respuesta a la política expansiva occidental.  La «amenaza rusa» se ha convertido en el grito de guerra para justificar cualquier acción económica y militar a favor de Washington.

El ascenso de Vladimir Putin al gobierno truncó las expectativas de los gobiernos que propiciaron el desmantelamiento de la economía rusa. Putin fue sustituyendo a los mayores liquidadores de la Red Pública y de la industrial que sostenía el Estado, lo que permitió reactivar la industria.

La nueva situación hizo que Rusia se viera como una amenaza a la supremacía militar de EE.UU. y a la expansión económica alemana. Para ir debilitando a Rusia se promovieron las «revoluciones de colores» en Georgia y Ucrania; éstas fueron un ensayo general para el golpe de Estado que se perpetró en Ucrania, en 2014. [7]

Tras el golpe de Estado de Ucrania se ha debilitado la posición estratégica que Rusia mantenía en el Mar Negro y Ucrania se ha convertido en una plataforma militar muy importante para EE.UU., sin obviar que las bases de la OTAN forman parte del paisaje del Este europeo.» [8]

Veamos el proceso que desembocó en la Revolución Naranja, una de cuyas consecuencias es la actual guerra que discurre en Ucrania entre, EEUU y sus aliados de la OTAN, contra Rusia.

Desde su independencia de la URSS y, más acusadamente, durante las negociaciones que estuvieron muy cerca de que Ucrania se hiciera miembro de la Comunidad Europea, la población ya se encontraba dividida entre dos polos: el pro-europeo, liderado por Víktor Yúshchenko y el pro-ruso, encabezado por Viktor Yanukóvich.

En las elecciones presidenciales de octubre de 2004, ambos candidatos prácticamente empataron en la primera vuelta, y, en la segunda, efectuada en noviembre, hubo numerosas manifestaciones a favor de Yanukovich, que finalmente fue reconocido presidente de Ucrania. No obstante, el triunfo de Yanukovich no fue reconocido por sus opositores que invadieron la Plaza de la Independencia en Kiev y, la Corte Suprema de Ucrania, anuló los resultados de dichas elecciones. Se convocaron unas terceras elecciones y, finalmente, Yúshchenko fue proclamado presidente y tomó posesión del cargo en enero de 2005.

Con el gobierno de Yúshchenko empezó a mejorar la economía, pero en la crisis de 2007 volvió a caer y en las elecciones parlamentarias anticipadas de 2007, Yanukovich obtuvo la mayoría en el parlamento.

En las elecciones de 2010 Yanukovich ganó la presidencia frente a su opositora, la candidata Yulia Timoshenko  que era la primera ministra de Ucrania.

Yanukovich llevó a cabo negociaciones con la Comunidad Económica Europea pero anunció por sorpresa que el acuerdo quedaba suspendido, alegando la caída de la producción industrial y el mantenimiento de relaciones con otros países independientes antiguos integrantes de la extinta URSS.

La renuncia de Yanukovich fue contestada con una intensa y organizada movilización en las calles de los partidarios de integrarse en la Unión Europea, que le obligaron a abandonar el cargo.

En el artículo de El Español de 27/1/2022 cuyo título es La crisis del Donbás: ocho años de enfrentamientos y más de 14.000 muertos, la Revolución del Maidán y sus consecuencias por el desencadenamiento de la guerra civil en Ucrania, encontramos la siguiente descripción:

«Cuando el 21 de noviembre de 2013 el entonces presidente Viktor Yanukovich (pro-ruso) anunció su decisión de posponer la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y se desencadenó por ello la llamada Revolución del Maidán, pocos observadores en Europa podrían imaginar las consecuencias que esto conllevaría.

Superado por los acontecimientos y las protestas ciudadanas de noviembre, que se saldaron con la muerte de más de cien personas, Yanukovich decidió abandonar el país en febrero. En las elecciones anticipadas que se celebraron en mayo la victoria fue para Petro Poroshenko [prooccidental], el cual apostó por una política de acercamiento a la Unión Europea  y la OTAN y por un alejamiento y enfrentamiento con la Federación Rusa.

A partir de entonces, los acontecimientos se precipitaron, sobre todo en la cuenca del Donestk (conocida también como Donbás), una región histórica, cultural y económica del este de Ucrania, fronteriza con Rusia y poblada en su mayoría por habitantes de origen ruso.

El resultado, por el momento, es un conflicto armado que se ha cobrado ya más de 14.000 muertos, 30.000 heridos, 1,4 millones de desplazados y 3,4 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria. Estas son las fechas clave del conflicto.» [9]

 

Por su parte, Salvador González Briceno, en su artículo Ucrania: la CIA en el golpe de 2014 expone al detalle la participación de dicha organización en el golpe de Estado que condujo al cambio del presidente Yanukovich (pro-ruso), artículo que sintetiza como sigue:

«El papel de la CIA en el golpe de Estado de 2014 en Ucrania es un secreto a voces.

La estrategia de Estados Unidos contra Rusia pasó por la preparación del escenario de guerra en Ucrania contra Rusia, con escenarios tanto de largo como de corto plazo: en primer orden, la expansión de la OTAN al este en todo momento desde la caída de la Unión Soviética; en segundo lugar, la preparación en dos sentidos sobre el terreno, el golpe de Estado y la preparación/capacitación del ejército ucraniano para la guerra

 

 

Los acuerdos de Minsk

El 12 de febrero de 2015, a instancias del Presidente de la República Francesa y del Canciller de la República Federal de Alemania, se firmaron los Acuerdos de Minsk entre el Presidente de la Federación Rusa y el Presidente de Ucrania, para poner fin a la Guerra del Dombás.

El 17 de febrero de 2015 dichos acuerdos fueron trasladados a la Resolución 2202 (2105) del Consejo de Seguridad de las naciones Unidas y firmados por todas las partes que intervinieron.

En dicha Resolución se reafirma «el pleno respeto por la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania» y se expresa «la profunda preocupación por los trágicos acontecimientos y la violencia en las regiones del este de Ucrania». Además exhorta a las partes a que apliquen el “Conjunto de medidas” incluyendo el alto el fuego general.

Los puntos más relevantes de tales acuerdos se refieren a: la retirada de las armas pesadas, artillería, sistemas de cohetes y sistemas de misiles tácticos, que será verificada por la Organización  para la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE).

En el punto 4 del Acuerdo, que se refiere a la principal clave del conflicto, se especifica lo siguiente:

«4. En el día 1 después de la retirada se iniciará un diálogo sobre las condiciones para llevar a cabo elecciones locales  de acuerdo con la legislación de Ucrania y la Ley de Ucrania sobre el orden de autogobierno local provisional en ciertas zonas  de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como sobre el régimen futuro de esas zonas con arreglo a esa ley.

Inmediatamente, y en un plazo no mayor de 30 días tras la fecha de firma del presente documento, el Parlamento de Ucrania aprobará una resolución en la que indicará el territorio que abarca el régimen especial con arreglo a la Ley de Ucrania sobre el orden de autogobierno local provisional en ciertas zonas  de las regiones de Donetsk y Lugansk sobre la base de la línea establecida en el Memorando de Minsk de 19 de septiembre de 2014.»

 

Otros de los puntos clave del acuerdo son los siguientes:

«9. El Gobierno de Ucrania restablecerá el control total de la frontera estatal a lo largo de la zona de conflicto, a partir del día 1 después de la celebración de elecciones locales  y concluirá tras un acuerdo político amplio (reforma constitucional y elecciones locales en ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk de conformidad con la Ley de Ucrania) a más tardar  a finales de 2015, con sujeción a la aplicación del párrafo 11 en consulta con los representantes de ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk y con su acuerdo, en el marco del grupo del Grupo de Contacto Trilateral).

11 En Ucrania se llevará a cabo una reforma constitucional con la entrada en vigor de una nueva constitución a finales de 2015, uno de cuyos elementos principales será la descentralización (y en la que se hará referencia a las características especiales de ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk, sobre las que deberá llegarse a un acuerdo con representantes de esas zonas), y la aprobación de leyes permanentes  sobre el estatuto especial de ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk, en consonancia con las medidas establecidas en la nota al pie de página hasta finales de 2015 (véase nota)

En dicha nota, se especifican medidas como el derecho a la libre determinación lingüística en dichas zonas; participación de las autoridades locales en el nombramiento de los jefes de órganos fiscales y tribunales;  participación de órganos locales respecto del desarrollo económico, social y cultural; apoyo estatal al desarrollo socioeconómico de tales zonas; Apoyo del Gobierno central para la cooperación transfronteriza  entre ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk y distritos de la Federación Rusa; establecimiento de unidades de milicia por orden de los consejos locales  con el fin de mantener el orden público, etc.

Ucrania nunca cumplió los acuerdos, seguramente por la influencia de USA, interesada como está en destruir Rusia, su mayor rival, junto a China, por su aspiración de ser el único poder que gobierne el mundo.

Thierry Meyssan en su atinado artículo Guerra en Ucrania para mantener a la ?Unión Europea bajo tutela [10] publicado en octubre de 2022 expuso el fondo que subyace a la guerra:

«Parece difícil de admitir pero los anglosajones ya ni siquiera lo disimulan. ?Parafraseando una célebre declaración del primer secretario general de la OTAN, ?hoy se puede decir que la alianza atlántica se concibió para «mantener a Rusia fuera, a ?los estadounidenses dentro y a la Unión Europea bajo tutela».?
No
 hay otra manera de interpretar las inútiles «sanciones» contra Rusia y los ?sangrientos combates, pero igualmente inútiles, que están desangrando Ucrania

Al único actor al que conviene esta guerra es a los Estados Unidos que, según parece, llevaba preparando desde hace mucho tiempo atrás y, de hecho, fue el promotor de la Revolución Naranja para dar un golpe de estado en Ucrania en 2014 y destituir a un presidente pro-ruso y poner a otro obediente a sus intereses.

Ahora bien, la Unión Europea, liderada por sicarios de Estados Unidos, que ponen a todas las naciones europeas que la componen a servir a los fines estadounidenses, también nos ha sometido a participar de diversas formas en esta guerra y a mantenerla a pesar de todo. [11]

De este modo, todos los ciudadanos europeos somos cómplices de los más de 180.000 muertos y de 278.500  heridos en esta guerra hasta el día de hoy, una guerra trampa propiciada por  EEUU con el único fin de seguir ostentando su hegemonía mundial.

Cuando la URSS dio paso a su desintegración en 1989, aparte de otras muchas violaciones de los acuerdos entre líderes de ambas potencias, EEUU prohibió que Rusia entrara a formar parte de la Comunidad Económica Europea o, dicho de otro modo, que la UE integrara a Rusia en el tratado.

Para los EEUU la visión de una Europa altamente industrializada, unida a una Rusia con una enorme riqueza en materias primas, sobre todo energéticas, significaba que le hubiera salido un competidor que, muy probablemente, le hubiera arrebatado la hegemonía mundial.

Además, dado que la reconstrucción de Alemania, por un lado, y los países europeos que habían participado en la Segunda Guerra Mundial por otro, y que, gracias a la ayuda estadounidense, habían salido vencedores, la deuda contraída con EEUU debía ser pagada mediante la subordinación, de todos esos países beneficiados, a sus intereses.

Lo que ocurre es que la posición en la que se han situado los países de la OTAN y/o la UE, incluida España en esta guerra (teniendo en cuenta que España no debe nada a ningún otro país) parece extremadamente peligrosa y excesivamente generosa si solo se trataba de saldar deudas. ¿O es que hay coacciones y/o amenazas yanquis de otro tipo?

Es obvio que EEUU quiere la destrucción de Rusia a la que considera una nación competitiva y también quiere una Europa subordinada. Además quiere tener más poder que China y que la India juntas, para lo cual parece contar con sus cipayos europeos para cuando llegue la ocasión.

Ahora bien, ¿En qué consiste EEUU para aspirar a conservar el liderazgo mundial más allá de su inmenso arsenal nuclear que amenaza a todos los habitantes de la Tierra?

Hasta 1990 se podía comprender la beligerancia entre EEUU y la URSS debido al antagonismo entre sus dos ideologías salientes de las revoluciones del siglo XVIII. El progresismo liberal frente al comunista, pugnaron por imponerse el uno al otro para dominar el mundo.

EEUU y la URSS, tras ser aliados y vencedores en la Segunda Guerra Mundial (contra Alemania, Japón e Italia), se dedicaron a amenazarse mutuamente con destruirse y, colateralmente, con destruir al mundo con bombas nucleares. La denominada Guerra Fría tuvo en vilo a toda la Humanidad y no parecía mera fanfarronería ante el hecho de que EEUU lanzó sendas bombas nucleares sobre las dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki, masacrando a decenas de miles de personas, en su inmensa mayoría civiles.

Además, en esa misma Guerra Fría, cayeron en España cuatro bombas nucleares debidas a un accidente de repostaje en el aire de un bombardero estadounidense, que afortunadamente no explosionaron, pero que dejaron un rastro de radioactividad en torno al pueblo de Palomares que, pasados más de cincuenta años, sigue estando contaminado.

 

Algunos eventos previos a la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022

 

Una síntesis de hechos relevantes ocurridos antes de la invasión son los siguientes:

 

  • El 7 de diciembre de 2021: Biden y Putin se entrevistan por videoconferencia. Biden trata de calmar el miedo de Putin a la expansión de la OTAN diciendo que es poco probable que Ucrania sea aceptada como miembro.
  • Principios de enero de 2022: Negociación entre EEUU y Rusia en Ginebra. Rusia pide que la OTAN  abandone sus planes de expansión hacia el Este y que cese su actividad en Polonia, Rumanía, Bulgaria y los estados bálticos. EEUU se niega y la reunión termina sin acuerdo. ?
  • El 22 de febrero de 2022: Rusia reconoce oficialmente las áreas separatistas de Ucrania como estados soberanos, pero ningún otro país los reconoce. y anuncia el envío de tropas rusas a dichas regiones. El Consejo de Seguridad de la ONU denuncia el reconocimiento unilateral de dichas regiones y la intervención de tropas rusas en territorio soberano de Ucrania.
  • En una conferencia de prensa, Putin exige que Ucrania nunca se una a la OTAN, y que no utilice las armas proporcionadas por Occidente.
  • En esas fechas el Consejo de la Unión Europea   lanzó un segundo paquete de sanciones a  Rusia, a Vladímir Putin y a su ministro de exteriores Serguéi Lavrov , a los que se les congelaban las cuentas que ambos pudieran tener en entidades comunitarias.
  • El 28 de febrero de 2022, Emmanuel Macron , contactó con Vladimir Putin  para pedirle que cesara su invasión de Ucrania. Putin le indicó sus condiciones para detener su avance militar: El reconocimiento de la Península de Crimea como parte de Rusia, la desmilitarización y «desnazificación» de Ucrania, y la promesa de su estatuto neutral (del tipo de Suiza). Ucrania no aceptó tales condiciones.
  • El 26 de marzo el presidente  Biden  hace un discurso en Varsovia , en el que prometió continuar apoyando a Ucrania.
  • El 9 de abril el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson , se reúne con Zelenski en Kiev, ofreciendo vehículos blindados, misiles  y prometiendo la concesión de préstamos.
  • Los intentos negociadores de Rusia, para garantizar que Ucrania no se convirtiera en una nación integrada en la OTAN, y evitar que fuera una amenaza más para Rusia y para detener las agresiones a los ciudadanos pro-rusos del Dombás no dieron ningún resultado favorable y la invasión comenzó.

 

Las cifras actuales de la guerra

 

La guerra que se está llevando a cabo en el territorio ucraniano ya tiene, seguramente, las primeras cifras fidedignas actualizadas, que no son de parte, sino de una fuente independiente de enorme prestigio como es el Gral. francés Dominique Delawarde, que, entre otros muchos más cargos, en el marco de la ONU, ha servido durante más de ocho años fuera de Francia: en Estados Unidos, Sudamérica y Oriente Medio; más de un año en los Balcanes y más de seis meses en Oriente Medio (Emiratos, Qatar, Kuwait).

Curiosamente, estos datos fueron hechos públicos por los medios de comunicación turcos, pero refiriéndose a informaciones de la inteligencia israelí.

Tales cifras, que coinciden con el año que ya dura esta guerra, son las siguientes [12]:

«UCRANIA.-

Muertos:

157.000 soldados de las Fuerzas Armadas Ucranianas y batallones neonazis muertos.
234 instructores de la OTAN (EE.UU. y Reino Unido) – muertos
2.458 combatientes de la OTAN (Alemania, Polonia y otros) – muertos
5.360 mercenarios extranjeros – muertos

Total muertos: 165.050

Total heridos: 234.000

Total presos: 17.230

Material destruido:

302 aeronaves
212 helicópteros
2.750 drones
6.320 carros y vehículos blindados
7.360 obuses (sistemas de artillería)
497 sistemas de defensa aérea

RUSIA.-

Muertos:

Total muertos: 18.480

Total heridos: 44.500

Total presos: 323

Material destruido:

23 aviones

56 helicópteros
200 drones
898 carros y vehículos blindados
427 obuses (sistemas de artillería)
12 sistemas de defensa aérea.»

Tales cifras solamente se pueden interpretar como una masacre ocurrida en el ejército ucraniano en el año aproximado que dura la guerra. El 90% de los soldados muertos y el 84% de los heridos son ucranianos. De hecho, la moral del ejército ucraniano está a un nivel muy bajo.

¿Acaso le importan a EEUU las decenas de miles de muertos y heridos, inútilmente causados por su empeño en conseguir su definitiva hegemonía mundial?

 

Algunas cuestiones ideológicas y de política internacional

Habituados como estábamos, hasta hace algunas décadas, a la bipolaridad ideológica de liberalismo y comunismo en el mundo, en la que cada ideología era defendida por una potencia nacional (EEUU-liberalismo — URSS-comunismo), resulta extraña la confusión reinante producida por la nueva ideología progresista.

EEUU ha cambiado su liberalismo clásico por una ideología progresista (y también mundialista) que se caracteriza, en lo político, por su avidez para disolver los estados nacionales y todas las instituciones realistas precedentes. En esa nueva ideología, se ataca la esencia real del ser humano, de las familias, de las sociedades, de las leyes, etc., con el afán de desestructurar todo lo anterior con el fin de dejar al mundo que quieren disolver sin defensas de ningún tipo.

Por su parte, Rusia, principal heredera de la disuelta URSS, parece haber cambiado radicalmente, la anterior ideología comunista, por la vuelta hacia un tradicionalismo vinculado a un fundamento religioso cristiano ortodoxo, alejándose de las dos ideologías precedentes y, dentro de él, subrayando el reconocimiento de las naciones.

Así que tenemos, en marcada oposición ideológica, la defensa clásica de las naciones (hasta el punto de reivindicar la historia de Ucrania como parte de Rusia), frente a la disposición progresista de su disolución.

Por otra parte, los intereses nacionales de EEUU en la defensa de la unidad de Ucrania para que Rusia no incremente su territorio actual, parecerían estar en oposición a la pretensión de las disoluciones nacionales por parte del partido Demócrata, principal valedor de la ideología progresista.

En este estado de cosas, cabría pensar que el presidente de EEUU, Joe Biden, del partido Demócrata, igual podría estar a favor de los acuerdos de Minsk en los que, de cumplirse, las regiones del Dombás disfrutarían de una gran independencia de la actual Ucrania y, en cierto modo, también de Rusia o, por el contrario, apelar a la Carta de la ONU que protege las soberanías e integridad de las naciones.

Por otro lado, es obvio que el progresismo americano está en contra del actual régimen ruso de índole tradicional, al que el propio Putin defiende con firmeza, denunciando la ideología progre que se va imponiendo en Occidente en todos los discursos que efectúa.

En este sentido, Putin es congruente en la defensa de las naciones y de la cultura tradicional. Por su parte, EEUU es congruente con su tradicional imperialismo que pretende dominar el mundo sin ninguna oposición que le moleste, usando su ingeniería social para debilitar el mundo al que quiere dominar, en congruencia con su empeño de destruir militar y económicamente a Rusia, utilizando a Ucrania como un pretexto para hacerlo.

Dicho de modo más simple, a EEUU no le importa en absoluto el problema territorial de Ucrania, sino que lo fomenta y lo utiliza para debilitar a Rusia y a Europa a las que pretende dominar a toda costa.

No obstante, además de que no le importe Ucrania, tampoco le importan los sufrimientos que están padeciendo, tanto ucranianos como rusos y europeos.

Emplear todos los recursos de la OTAN (salvo, de momento, el envío a suelo ucraniano de soldados de la OTAN) para destruir Rusia, a pesar de que Ucrania no forma parte de la OTAN, conlleva un sufrimiento europeo que raya en el masoquismo.

Con esta guerra, EEUU daña gravemente a Rusia y a Europa al tiempo que, con toda la ruina que está causando, se enriquece.

Así se puede explicar que, en el entorno de unos pocos días, ha salido una nueva información sobre la autoría del sabotaje al gasoducto Nord Stream por el que se transportaba gas ruso a Alemania y del que informaron la mayoría de los medios. Dicho sabotaje quedó como un misterio, tal como, por ejemplo se planteó en eldebate.es [13].

La nueva información apunta a que el sabotaje fue materialmente preparado por Estados Unidos en unas maniobras navales efectuadas en la zona, en la que dejaron instaladas las cargas explosivas que, posteriormente, fueron detonadas por Noruega. [14]

[A 28/02/2023, se ha ampliado dicha información, presentada mediante una entrevista televisada al autor de la investigación,  por Patricio Montero Martín].-   https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/la-voladura-del-nord-stream-agresion-norteamericana-contra-los-paises-europeos/

USA, responsable del atentado, como es lógico lo ha negado, pero su crédito es prácticamente nulo frente al prestigio del autor que lo ha explicado con todo lujo de detalles  aportados.

De ser ciertas todas estas consideraciones, se comprende que el problema que subyace a esta guerra, no se limita a una disputa territorial o a una guerra civil en Ucrania, sino que es un problema radicalmente europeo.

Europa debe emanciparse de EEUU superando sus débitos de la Segunda Guerra Mundial que, con seguridad, han sido ampliamente pagados por las naciones que se beneficiaron de la intervención estadounidense en el conflicto.

Por su parte, Alemania, derrotada en dicha guerra con la ayuda americana, debería superar sus complejos por haber sido nazi, toda vez que consiguió su unificación al disolverse la URSS.

No puede ser que Alemania siga subordinada a lo que EEUU y le dé órdenes como si fuera su lacayo a perpetuidad. Debemos recordar que el 22 de febrero de 2022 el canciller alemán, Olaf Scholz, paralizó el proceso administrativo para la puesta en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2 ? en obediencia a USA.

El miedo fundado de los EEUU, ante la posibilidad de que Rusia y Europa constituyeran una organización multinacional que, posiblemente, accedería al primer puesto mundial en muchos sentidos, incluido el económico desbancando a EEUU, determina su enorme interés en oponerse a dicha asociación y en seguir controlando las más altas instituciones de la UE.

Por nuestra parte, los europeos participamos en esta guerra a favor de Ucrania o, más bien, de EEUU, y contra Rusia, sirviendo a sus intereses bélicos, en vez de hacer una política robusta para ayudar a que el contencioso entre Rusia y Ucrania se pueda resolver. En este sentido la UE debería  obligar a Ucrania al cumplimiento de los acuerdos de Minsk, los cuales, por cierto, como hemos visto, son un mandato de la ONU.

Tal vez este podría ser el mejor momento para reiniciar el proyecto europeo, fundado en la emancipación europea de EEUU y en la posibilidad de la inclusión de Rusia en la Unión.

En resumen, si Europa cesa de estar subordinada a EEUU, incluyendo la disolución de la OTAN tal cómo ha sido planteada hasta la actualidad, se abrirían dos puertas simultáneamente: el reforzamiento de Europa y el cese de la guerra en Ucrania.

No obstante, lo más urgente e importante en este momento es que, pasado este primer año, con una clara escalada en el conflicto, al que echan leña al fuego todos los implicados en ella, la cuestión prioritaria que se debe tratar es el modo de detenerla y, posiblemente Europa podría hacerlo si consiguiera salir de la presión de EEUU.

En esta dirección China, tras abstenerse en una resolución de Naciones Unidas que pedía el fin de la guerra y de que la medida fuera aprobada por 141 votos a favor, 7 en contra y 32 abstenciones ha hecho público un plan de paz [15] que no contiene la resolución de la ONU exigiendo la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania.  Su propuesta incluye medidas importantes como las siguientes:

Debe garantizarse efectivamente la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países.

Respeto a la soberanía de Ucrania y reconocimiento de las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia sobre la expansión de la OTAN hacia Europa del Este.

Se opone a la expansión de los bloques militares, en referencia a la OTAN.

Retirar las sanciones impuestas por Occidente a Rusia (a las que China ya se había opuesto anteriormente).

Abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, declarar un alto el fuego y detener la guerra para activar las conversaciones de paz.

Oposición a los ataques armados contra instalaciones nucleares como las plantas de energía nuclear. Respetar las convenciones de seguridad nuclear y las leyes internacionales.

Afirmación de que las armas nucleares no se pueden usar y la guerra nuclear no se puede librar. Oposición al uso o a la amenaza de armas nucleares, así como al desarrollo de armas biológicas y químicas por cualquier país bajo cualquier circunstancia

Mantener la racionalidad y la moderación, no echar leña al fuego, no intensificar los conflictos y evitar que la crisis ucraniana se agrave aún más o incluso se salga de control

Que se garantice la exportación de grano y la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro.

La intensificación de la ayuda humanitaria a Ucrania.

La prestación de ayuda para la reconstrucción de las zonas del conflicto.

Su disposición para brindar la ayuda que se requiera.

Las reacciones occidentales a esta propuesta de China han sido de escepticismo y falta de credibilidad, al respecto de su neutralidad, debido a que no contempla la exigencia de la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania. Pero es obvio que si Rusia volviera a sus posiciones anteriores a la invasión, no tendría ninguna garantía de que se accediera a las negociaciones para la implantación efectiva de los acuerdos de Minsk.

Tales reacciones vienen a demostrar, una vez más, la identificación de las naciones occidentales con la postura de EEUU, a pesar de que si se aplicaran todas las medidas de China, no solo Europa sino, también el mundo entero, empezaría a ver alguna salida al conflicto. Son reacciones que, efectivamente, parecen echar más leña al fuego, lo cual no interesa a nadie más que a EEUU.

 

Algunas fuentes recomendadas

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/100-000-muertos-son-pocos-para-la-von-der-leyen-y-borrell/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/chatarra/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/ucrania-informe-especial-entre-la-corrupcion-y-las-derrotas-militares/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/carta-abierta-a-brian-lilley-toronto-sun-en-relacion-con-su-ataque-contra-aleksandr-ovechkin-y-el-presidente-putin/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/rusofobia-la-ultima-sinrazon-de-occidente/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/y-ahora-que-embusteros/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/la-otan-y-el-titere-zelensky-culpable-y-con-ellos-espana/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/espias-y-mas-mentiras-anaden-confusion-al-conflicto-de-ucrania/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/los-que-advirtieron-a-eeuu-y-la-otan-sobre-el-conflicto-ucraniano/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/un-ejercito-cipayo/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/en-sentido-estricto-aun-no-hemos-empezado-nada-vladimir-putin/

https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/la-crisis-por-la-que-atraviesa-europa-es-sobre-todo-espiritual/

¿Qué pasa en Europa? Explica el historiador Florentino Portero.- https://www.youtube.com/watch?v=-8Yfs8ovlM8

 

Notas

[1] JUDERÍAS, JULIÁN; La leyenda negra y la verdad histórica. Contribución al estudio del concepto de España en Europa. De las causas de este concepto y de la tolerancia religiosa y política en los países civilizados; Según la edición de Madrid, Tip. De la «Rev. De Arch., Bibl. Y Museos», 1914. Ed. 2017

GULLO OMODEO, MARCELO; Madre Patria; Editorial Planeta; Barcelona, 2021. Libro electrónico (epub)

INSUA, PEDRO; 1492: España contra sus fantasmas; prólogo María Elvira Roca Barea; Ed. Planeta; Barcelona, 2018

ROCA BAREA, MARÍA ELVIRA; Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español; prólogo de Arcadi Espada; Ediciones Siruela; Madrid, 2016

POWELL, PHILIP W.; La Leyenda Negra. Un invento contra España; Colección “Los grandes engaños históricos”; ÁLTERA, S.L. Barcelona, 2008

[2] Las fases de la colonización británica de Gibraltar.- Territorio español capturado por Inglaterra en 1704-1713. Utilizado como guarnición militar de 1713 a 1830. Convertido en Colonia de la Corona Británica de 1830 a 1983. De 1983 a 2002 considerado como Territorio dependiente de Reino Unido. De 2002, hasta la actualidad, es considerado Territorio Británico de Ultramar.

[3] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/dresde-bombardeos-democraticos/

[4] Las denominadas “Primaveras árabes” que afectaron en mayor o menor grado a la práctica totalidad de los países árabes y de forma muy sangrienta a Túnez, Libia, Egipto, y sobre todo a Siria, ha sido atribuida, por lo general, a un levantamiento espontáneo de la sociedad civil contra regímenes autoritarios exigiendo nuevos sistemas democráticos de gobierno, el respeto a los derechos humanos, etc.

[5] Ver: Anexo: Guerras de Estados Unidos – Wikipedia, la enciclopedia libre

[6] Ante estos datos es preciso notar que la mayoría de las bases son de las naciones imperialistas, a diferencia de las naciones imperiales, como España o, en su momento, China, que no tienen presencia militar en el mundo.

[7]   Confirmado por un escritor de enorme prestigio que se infiltró en círculos de la OTAN para obtener información secreta: DOUGLAS, VALENTINE; The CIA as Organized Crime. Clarity Press. Edición de Kindle. [La CIA como Crimen Organizado]

[8] GALEOTE DALAMA, TERESA; Ucrania: anatomía de una realidad distorsionada; Espanoldigital, 1/02/2023

[9] https://www.elespanol.com/mundo/europa/20220127/crisis-donbas-anos-enfrentamientos-muertos/645435929_0.html

[10] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/guerra-en-ucrania-para-mantener-a-la-union-europea-bajo-tutela/

[11] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/100-000-muertos-son-pocos-para-la-von-der-leyen-y-borrell/

[12] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/balance-de-las-perdidas-en-ucrania-de-la-guerra-otan-rusia/

[13] https://www.eldebate.com/internacional/20230205/misterio-ataque-nord-stream-2-que-sabe-sobre-ataque_90801.html

[14] https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/la-destruccion-por-los-estados-unidos-del-gasoducto-nord-stream/

[15] Ver, entre otros muchos medios de comunicación que han publicado esta propuesta: https://www.elmundo.es/internacional/2023/02/24/63f855cae4d4d830758b456d.html

 

8 Comments
  • Ignacio BM on 26/02/2023

    ¡Vaya trabajo de investigación! Me encaja perfectamente lo que dijiste. Lo de Inglaterra (incluyendo a EEUU) desde que se independizó de la iglesia católica en el siglo XVI, es de escándalo. No han parado de crear guerras… No sé si la clave es que la vieja Europa despierte (y yo creo que Italia ya lo ha hecho, además de Hungría), o China actúe (tampoco tengo claras muchas cosas de China), o quizás que Rusia se mantenga firme…
    Evidentemente en la reciente historia de Rusia «La revolución rusa» fue uno de los episodios más salvajes de la historia, pero para igualar a Inglaterra y EEUU hace falta más.
    Desde luego, lo que se puede sacar en claro de todo esto, es que el mundo no se rige por la dicotomía Liberalismo-Comunismo, si no por la dicotomía Cristianismo-Anticristianismo.

    • Carlos J. García on 03/03/2023

      De acuerdo en todo lo que dices en tu comentario.
      El mayor problema para que la guerra se suspenda es que ni Rusia ni EEUU pueden perderla. EEUU está empeñado en destruir Rusia y si pierde la guerra se le acabó el juego de ostentar la hegemonía mundial. Por su parte Rusia no puede tolerar que EEUU la destruya.
      Por esas dos razones, dado que ni EEUU ni la UE, dan crédito alguno a la propuesta china, solo queda que los países europeos se planten ante EEUU y recuperen algo de la soberanía e independencia que perdieron tras la II Guerra Mundial.
      Gracias por el comentario.

  • Francisco on 27/02/2023

    Qué gran artículo Carlos que cantidad de conocimiento he adquirido.

    • Carlos J. García on 03/03/2023

      Un poco de historia y de examen de lo que está ocurriendo nunca viene mal.
      Gracias por el comentario

  • Nacho on 01/03/2023

    Hola Carlos, esta vez no tengo mucho que añadir. Solo agradecer que compartas esa información.

    Todas nuestras opiniones se basan en la información de la que dispongamos y de la verosimilitud que le demos. Hoy en día con tanta propaganda es difícil saber qué es verdad y qué no. Pero hay una cosa que tiene la verdad: consistencia. Y hay demasiada inconsistencia en la verdad oficial.

    Gracias otra vez

    Un abrazo

    • Carlos J. García on 03/03/2023

      He tratado de aclarar algunas cuestiones institucionales para entender el estado de cosas previo a esta fase de la guerra, qué es qué (OTAN, Pacto de Varsovia, Acuerdos de Minsk, Pactos 2 x 4, etc.) y quienes son los verdaderos contendientes en ella. Si la guerra sigue escalando más vale que sepamos a quienes se debe y en qué tablero de juego está ocurriendo para que podamos entender qué es lo que de verdad ocurre y hasta dónde puede llegar.
      En mi opinión España debería ser neutral como lo fue en las dos guerras mundiales, exactamente lo contrario de lo que están promoviendo, este gobierno tiránico, y la gran parte del periodismo/activismo que transmite la propaganda de EEUU.
      Gracias y otro abrazo para ti.

  • aaiun2004 on 31/03/2023

    Magnífico trabajo que, parcialmente y a vuela pluma, me permito ampliar mencionando no solo Gibraltar, España sufre la ocupación del Sáhara (provincia nº 53, donde hubo y hay guerra cruenta y genocidio), la de Puerto Rico, Guam, Marianas, …. y la existencia de no solo 600 bases militares, sino decenas de «paraísos fiscales» en «Territorios de Ultramar» y «Territorios no organizados (ni incorporados) que, en realidad, son colonias de toda la vida (muchas de ellas procedentes del Imperio Español).
    ¡Enhorabuena es poco lo que se merece su trabajo! (y la rectificación del anterior)
    Me descubro

    • Carlos J. García on 31/03/2023

      Totalmente de acuerdo con su necesaria ampliación.
      Muchas gracias por su comentario.
      Un cordial saludo.

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