Blog de Carlos J. García

La voluntad de vivir y sus estados (II). Las razones de la identidad y la existencia

En última instancia, encontramos dos factores fundamentales en los que se pueden encontrar las razones de las creencias productoras de las alteraciones de la vitalidad:

a)      Relaciones «identidad ⇔ existencia».

b)      «Existencia actual y expectativas de existencia ⇔ estados de cosas de entorno».

En cuanto a las relaciones «identidad ⇔ existencia» hay que decir que, las alteraciones estructurales de la autoestima, suelen dar lugar a un riesgo incrementado de padecer alteraciones de la vitalidad.

Los juicios de la propia persona, al respecto de su capacidad para existir sustantivamente, son producto de dos factores relacionados: dependen de las creencias acerca de sí misma, por un lado, y de la percepción de las condiciones de entorno que experimente o prevea, estimadas en términos de sus dificultades o facilidades para poder llevar a efecto su propia existencia, por otro.

No obstante cuando la identidad personal contiene creencias irreales de alta estabilidad, ya sean de malignación, ya lo sean de benignación, de la propia persona, tales creencias suelen pesar más en sus expectativas de viabilidad existencial, que las condiciones percibidas de su entorno.

En el apartado de lo que la persona es o cree ser, en contraste con lo que cree que debe o debería ser, Millon[i], dentro de los modelos de experiencias posiblemente vinculadas a la producción los trastornos depresivos de la personalidad, cita el siguiente:

«Pérdida del Sí mismo.- Es la disparidad entre lo que uno es y lo que debería haber sido lo que el sujeto depresivo considera irreconciliable para siempre. No pueden cohesionarse ni integrarse el Sí mismo real y el Sí mismo ideal. Esta división siempre presente en la composición psíquica provoca un sentido de vacío y pérdida, una pérdida no de los demás ni de partes del Sí mismo, sino de la verdadera esencia del Sí mismo». (p. 328)

Por otro lado, aquellas personas cuya impresión de existencia depende más, no de lo que ellas mismas hagan, sino de lo que otros les hagan a ellas, incluyendo las situaciones en las que son objeto de atención, afecto, aprecio, etc., o, por el contrario, de desprecio, crítica, hostilidad, etc., exponen sus estados de ánimo a depender, en mucho mayor grado, de las condiciones de sus relaciones interpersonales.

En este último caso, se encuentran los estados de ánimo alterados más intensos y, generalmente, más lábiles.

En los casos extremos, puede haber creencias de ser o no ser, en dependencia de la impresión que la persona tenga de ser objeto, o no serlo, de miradas, atención o pensamiento, de terceras personas. Su sentimiento de existir emerge cuando sienten ser objeto de la conciencia de otra persona, y desaparece cuando tal impresión desaparece. De ahí que tengan una autoestima en radical dependencia del exterior

En lo que respecta al segundo factor de los considerados, referido a las relaciones «existencia actual y expectativas de existencia ⇔ estados de cosas de entorno», que se deben considerar cuando no se dan alteraciones importantes de la identidad personal, hay que analizar la viabilidad existencial que la persona cree tener, en relación con los estados de cosas del entorno, sobre todo, con la ocurrencia de  cambios drásticos en estos.

Las pérdidas o incrementos de relaciones interpersonales, sobre todo, si son estrechas; la mejora o deterioro de las condiciones laborales o profesionales; los cambios de las condiciones económicas,… Pueden ser muchos los factores a tener en cuenta que puedan interaccionar con los criterios de valoración que emplea cada persona al efectuar sus juicios, actuales o predictivos, acerca de su propia existencia.

No obstante, cuando el «yo» verifica las propiedades reales, cabe esperar una mayor estabilidad de los estados de ánimo frente a las condiciones externas, tanto favorables, como desfavorables.

 

[i]Theodore Millon con Roger D. Davis; Trastornos de la Personalidad. Más allá del DSM-IV; trad. del original de Laura Díaz Digón, María Jesús Herrero Gascón, Bárbara Sureda Caldentey y Xavier Torres Mata con revisión científica de Manuel Valdés Miyar; Masson S.A., Barcelona, 2000

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